Hoy en día, hablar de dietas, alimentos buenos o malos, recetas milagrosas del momento, es como hablar de política, futbol, entre otros temas, donde acabas discutiendo de que es lo mejor según tu propia vivencia y experiencia, defendiendo a la persona que ha creado la moda del momento con una aplicación universal, sin tener en cuenta la individualidad.
Cuando restringes a tu cuerpo de ciertos alimentos o le das una alimentación limitada por unos días, semanas para perder peso y luego vuelves a lo que solías consumir, sin darte cuenta lo que estás haciendo es rechazar tu cuerpo y burlarte de su propia sabiduría sin escuchar sus verdaderas necesidades.
También existe una tendencia general de elegir ciertos tipos de alimentos en distintos momentos de la vida según el estado emocional, por ejemplo: cuando estas enfermo no quieres comer, si sientes ansiedad o estrés buscas comer compulsivamente, si estas con alegre quieres dulce, cuando te has autodestruido y tomas consciencia quieres cuidarte y amarte.
No sé si te ha pasado, que luego de probar tantas alternativas de dietas y ver que te funcionan por un momento o no totalmente, llegas a la conclusión que hay algo más que esto. En este punto es donde el camino de las dietas puede ser visto como la excusa ideal para ingresar en un viaje interior de reconocimiento a sí mismo, de reconexión con la sabiduría del cuerpo a través de la escucha para ser consciente de lo que realmente te sienta bien.
La alimentación saludable es de sentido común, la cual se adapta a las verdaderas necesidades de tu cuerpo, a través de una práctica poco habitual en nuestros días como es escuchar el cuerpo y ser consciente de tus elecciones. Es tan simple como sentir cuando tu barriga está llena y te dice para, ya estoy bien, para no sobrecargarla, así como sentir si en cierto momento del día solo necesitas líquidos o descanso.
Sé que con tanta información en el mundo de la alimentación puedes tener confusión de que es bueno o malo, pero me encantaría que empieces a ver los alimentos como lo que son: fuentes de nutrientes y energía para tu cuerpo. Suelta, deja ir todas las creencias que has puesto o escuchado sobre ellos, cada uno tiene algo que aportarte y es cuestión ser consciente de tus elecciones.
Por ahora, comienza a:
Lo más importante es que sigas todo lo que te hace sentir bien y feliz, con consciencia y amor por tu ser.
¡Recuerda! en la vida todo son etapas de auto descubrimiento y experimentación, confía en la tuya.
Con amor,
Catherine Toro, Nutricionista Holística
Hoy en día, hablar de dietas, alimentos buenos o malos, recetas milagrosas del momento, es como hablar de política, futbol, entre otros temas, donde acabas discutiendo de que es lo mejor según tu propia vivencia y experiencia, defendiendo a la persona que ha creado la moda del momento con una aplicación universal, sin tener en cuenta la individualidad.
Cuando restringes a tu cuerpo de ciertos alimentos o le das una alimentación limitada por unos días, semanas para perder peso y luego vuelves a lo que solías consumir, sin darte cuenta lo que estás haciendo es rechazar tu cuerpo y burlarte de su propia sabiduría sin escuchar sus verdaderas necesidades.
También existe una tendencia general de elegir ciertos tipos de alimentos en distintos momentos de la vida según el estado emocional, por ejemplo: cuando estas enfermo no quieres comer, si sientes ansiedad o estrés buscas comer compulsivamente, si estas con alegre quieres dulce, cuando te has autodestruido y tomas consciencia quieres cuidarte y amarte.
No sé si te ha pasado, que luego de probar tantas alternativas de dietas y ver que te funcionan por un momento o no totalmente, llegas a la conclusión que hay algo más que esto. En este punto es donde el camino de las dietas puede ser visto como la excusa ideal para ingresar en un viaje interior de reconocimiento a sí mismo, de reconexión con la sabiduría del cuerpo a través de la escucha para ser consciente de lo que realmente te sienta bien.
La alimentación saludable es de sentido común, la cual se adapta a las verdaderas necesidades de tu cuerpo, a través de una práctica poco habitual en nuestros días como es escuchar el cuerpo y ser consciente de tus elecciones. Es tan simple como sentir cuando tu barriga está llena y te dice para, ya estoy bien, para no sobrecargarla, así como sentir si en cierto momento del día solo necesitas líquidos o descanso.
Sé que con tanta información en el mundo de la alimentación puedes tener confusión de que es bueno o malo, pero me encantaría que empieces a ver los alimentos como lo que son: fuentes de nutrientes y energía para tu cuerpo. Suelta, deja ir todas las creencias que has puesto o escuchado sobre ellos, cada uno tiene algo que aportarte y es cuestión ser consciente de tus elecciones.
Por ahora, comienza a:
Lo más importante es que sigas todo lo que te hace sentir bien y feliz, con consciencia y amor por tu ser.
¡Recuerda! en la vida todo son etapas de auto descubrimiento y experimentación, confía en la tuya.
Con amor,
Catherine Toro, Nutricionista Holística
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